Desde hace años, la Escuela Granja de Esperanza viene trabajando en la diversificación productiva y el agregado de valor como ejes pedagógicos que permitan dotar a sus alumnos de las herramientas necesarias para un mercado laboral cada vez más desafiante. Más allá de los vaivenes propios de cada uno de estos emprendimientos, el eje está depositado en el aprovechamiento ilimitado de nuestros recursos naturales y humanos para producir alimentos de calidad. Quesos de oveja y búfala; carnes diferenciadas para el circuito gourmet; o la misma Feria Ovina (evento que venía creciendo con fuerza pero que lamentablemente se abandonó); fueron algunos hitos que marcaron el camino. Esto, en épocas de pandemia, agrega un plus adicional, que refuerza la importancia de la formación profesional para esta actividad esencial.