"Por el momento lo que buscamos es ver con qué margen de acción contamos en caso de que precisemos ir a una medida de fuerza. Saber que si lanzamos una muestra de repudio hacia una medida como sería la suba de retenciones, no tendríamos problemas en lograr un buen nivel de adhesión", dijeron a El Cronista desde la Mesa de Enlace.
Además, sostienen que por el momento "es apresurado" hablar de medidas como un paro en la comercialización de granos o movilizaciones en ruta, aunque afirman que son las medidas que se pondrán sobre la mesa a la hora de analizar la fuerza con la que se cuenta en caso de que sea necesario tomar alguna determinación
Los hombres de campo afirman que ya no se sorprenden por las declaraciones que realizaron tanto el presidente Alberto Fernández como distintos funcionarios, y advierten que se podría dar una escalada del conflicto.
"Se ve cierta intencionalidad por parte del Gobierno. Intentar que todo tome un color cada vez más oscuro, para luego aplicar una medida como la suba de las retenciones", afirman desde la Mesa de Enlace.
Según los cálculos del campo, esto le permitiría al Gobierno sumar cerca de u$s 8.000 millones a la caja del Estado en concepto de retenciones, pero no cumpliría -dicen- con el objetivo de reducir los precios de los alimentos.
A cambio de esto, los productores proponen la quita del IVA en algunos precios y para ciertos sectores sociales, una medida que sí tendría el impacto esperado en precios, y no quitaría rentabilidad al campo.
Los productores entienden que, más allá de esta embestida para incrementar las retenciones, también se da una búsqueda por parte del Gobierno para ver en detalle los números que manejan las diferentes industrias que forman parte de la cadena.
En medio de esto, también se da una situación que habrá que seguir de cerca. La relación entre los productores y la industria no es la ideal, y menos para afrontar una situación de conflicto como esta.
Hoy los industriales se muestran más cercanos al Gobierno, al punto que, por ejemplo, los frigoríficos acordaron la venta de algunos cortes de carne a precios más bajos.
Estas diferentes posturas no hicieron más que ahondar las diferencias entre ambas partes -que conforman el Consejo Agroindustrial-, aunque además le permiten al propio Gobierno enfrentar a un oponente que se muestra dividido, y por ende con menos fuerza.
El Cronista – Matías Bonelli