En este sentido, los técnicos de AZ Group indican que estas subas globales, hasta ahora, tienen un impacto menor en los precios locales de referencia: la urea subió un 17%, mientras que los fosfatados un 3%.
De acuerdo al análisis, el mercado había alcanzado su “piso” de precios en junio de 2020 y estaba retrasado respecto a las subas de los granos, por ello las relaciones de compra-venta (insumo/producto) se había convertido en muy favorables para la compra de fertilizantes durante el segundo semestre.
Actualmente, dicen, estas relaciones aún son “positivas”, pero en menor magnitud.
Lo que muestra el mercado, según el trabajo, son síntomas de “enrarecimiento”: disparidad de precios entre oferentes y las cotizaciones en el corto plazo. Por su parte, la disponibilidad no tiene restricciones, excepto productos puntuales por incertidumbre en los precios de reposición.
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