En planteos de establecimientos mixtos donde la demanda de maíz es muy alta durante el año, hay ciertos momentos en los cuales nos vemos obligados en la planificación a sembrar maíz sobre maíz. Esta secuencia requiere algunos cuidados que debemos tener en cuenta durante la elaboración de la estrategia. Sus dificultades extras son: más frio en los primeros centímetros de suelo durante implantación, inmovilización del N en fertilizaciones al voleo, ciclos de enfermedades en el rastrojo y control posterior del maíz guacho.
A más volumen de rastrojo menor es la temperatura en el suelo en siembras tempranas, con siembra directa y con suelos relativamente fríos es fundamental disponer del valor de vigor de esa semilla, mediante el Test de frío (Cold Test), cuyo valor debería estar entre 80 y 100%.
La humedad del suelo es importante también, ya que en terrenos con exceso de humedad muchas veces provocado por el alto volumen de cobertura, a la sembradora le cuesta cortar las cañas y entierra en "sandwichito" la semilla con el rastrojo sin estar en contacto con la tierra, provocando desuniformidades en el planteo y hasta pérdida de plantas. Cubiertas tapadoras con dedos de goma colaboran bastante en lograr mejores siembras.
La fertilización nitrogenada es otro punto importante a resolver en las gramíneas y sobre altos volúmenes de cobertura hay que tener especial cuidado en cómo lo incorporamos al suelo para no perderlo por inmovilización.
Lo que hacemos frente a estas circunstancias es incorporar urea en el entresurco entre V4 y V6, pudiendo hacerse también en presiembra, pero aumenta las probabilidades de perder una fracción por lixiviación si se dan altas lluvias antes del incremento fuerte de demanda de nitrógeno antes de V6.
La elección de la tecnología contra malezas no es un dato menor cuando implantamos maíz sobre maíz, ya que las plantas guachas provenientes del antecesor se pueden transformar en la peor amenaza si poseen el mismo evento.
Es vital, entonces, dentro de la estrategia la elección del hibrido. Hoy en el mercado hay tecnologías probadas que funcionan muy bien para el control de plantas guachas en cultivos de maíz, siempre en cuanto no sea el mismo evento que su antecesor. Lo más probable es que el antecesor sea resistente a glifosato, con lo cual el material a implantar tendría que ser resistente a glufosinato de amonio o a mezclas de imazapic e imazapir.
El autor es coordinador de la Plataforma de Innovación Territorial del INTA Este de Córdoba
La Nación